¿Cómo determinar la textura del suelo?

En este artículo veremos la importancia de la textura del suelo para un cultivo y cómo determinarla con nuevos métodos que nos ofrece la agricultura digital.

La textura del suelo

Hablaremos bastante sobre la textura de un suelo. Por eso, lo primero es que empecemos explicando que es.

¿Qué es la textura de un suelo?

El suelo está compuesto por 3 tipos de materiales. Primero están las partículas sólidas que dependen de su origen o de cómo se formó ese suelo. La mayoría de estas partículas suelen ser minerales y representan el 45% de los elementos del suelo. Después tenemos el material poroso del suelo que está ocupado por agua y aire. Idealmente, el suelo debería tener un 25% de agua y un 25% de aire. En la medida que exista menos agua, el aire ocupará más espacio. Finalmente, está la materia orgánica, que alcanza hasta el 5% y que actúa como pegamento entre los minerales sólidos y el material poroso.

propiedades del suelo

Las partículas minerales del suelo tienen diferentes tamaños en función del grado de evolución que ha tenido ese suelo. Esos tamaños nos permiten clasificar las partículas como arenas, limos o arcillas.

  • Se clasifican como arenas las partículas con un tamaño entre los 2 y 0.05 milímetros.

  • Las partículas entre 0.05 y 0.002 milímetros se clasifican como limos.

  • Y las partículas menores a 0.002 milímetros se clasifican como arcillas. Estas últimas partículas son las más activas y por su tamaño tienen mayor interacción con el agua dentro del suelo.

Esta clasificación sirve para determinar la textura del suelo según la proporción relativa de arena, limo y arcilla en el suelo.

¿Por qué es importante?

La textura del suelo nos indica cómo ese suelo almacena el agua y el fertilizante para suministrarlo a las plantas o árboles. Por ello, es tan importante conocer la  variabilidad dentro de cada sector del campo. La textura nos indica además en que sectores del campo deberíamos tomar muestras si queremos analizar otros parámetros físicos y químicos de ese suelo.

Mapa de conductividad electromagnética

Uno de los métodos más eficaces para estudiar la textura del suelo es el mapeo mediante sensores de electromagnetismo inducido. Estos sensores inducen una corriente electromagnética que atraviesa el suelo y en función de la resistencia al paso de la corriente, que se mide cada cierta cantidad de metros, se genera un mapa de conductividad eléctrica aparente. Los valores bajos corresponderán a un suelo más arenoso, los intermedios a suelos francos y los valores altos a suelos arcillosos.

Los sensores se transportan en vehículos y se deben desplazar por todo el terreno.

Pero esta tecnología es bastante costosa. Si quisiéramos acceder a ella para optimizar varios cultivos ubicados en diferentes zonas del país sería posible pero a costos extremadamente altos.

Mapeo de suelo con imágenes satelitales

Existe una alternativa mucho más económica y sencilla. Se trata del mapeo del suelo a través de imágenes satelitales, que obtiene una información similar a la generada por los sensores de corriente electromagnética, pero de forma mucho más sencilla y económica.

La siguiente imagen muestra una comparación entre un mapeo realizado con sensores de corriente electromagnética y el mismo realizado por un satélite gratuito. El resultado es muy similar.

mapeo de suelo

Diseño de sectores de riego

Con la caracterización del suelo puedes hacer un diseño más adecuado de los sectores de riego. Por ejemplo, agrupando los turnos de riego de manera más eficiente. Las zonas con suelos más arenosos pueden tener turnos cortos de riego y con mayor frecuencia. Por el contrario, los suelos arcillosos tienen mayor capacidad de retener el agua. Ahí puedes tener turnos con mayor volumen y un distanciamiento más grande entre cada riego. Así ahorrarás en el uso del agua y mejorarás la calidad del cultivo.

Fertilización variable

La zonificación de suelo también te permite conocer cuáles son las zonas con mayor potencial productivo de tu cultivo. Así podrás aplicar mayor cantidad o un paquete distinto de fertilizantes en las zonas donde estás seguro de que la planta o árbol responderá.

Esto permite ahorrar recursos en zonas donde el suelo es una limitante. Al no desperdiciar el fertilizante también estarás ayudando a no contaminar el subsuelo y los acuíferos.

Sensores de humedad

Por último, si vas a utilizar sensores o sondas de humedad para mejorar la gestión del riego, la zonificación del suelo te identificará las zonas más representativas para la instalación de estas sondas terrestres.

Conocer la textura del suelo y cómo se distribuye en los distintos sectores del campo es imprescindible en explotaciones agrícolas modernas debido a que contribuye a mejorar los rendimientos del cultivo, ahorrando insumos.

Empieza a producir de manera más eficiente: realiza una zonificación del suelo de tu nuevo proyecto agrícola.

Ver Zonificación de Suelo

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