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Déficit de Presión de Vapor

Optimizando el Crecimiento y Riego de los Cultivos

Hoy hablaremos del déficit de presión de vapor (DPV) y su efecto en las plantas.

Esta variable es especialmente relevante en el ámbito agrícola, ya que afecta directamente la transpiración de las plantas y la fotosíntesis.

Comprender el DPV y su impacto es importante para una gestión eficiente de los cultivos, especialmente en condiciones de clima variable o en presencia de olas de calor.

Primero abordaremos qué es el DPV, su importancia para las plantas y luego cómo se calcula, interpreta y sus usos prácticos.

¿Qué es el Déficit de Presión de Vapor (DPV)?

El DPV se refiere a la diferencia entre la presión de vapor de saturación (es decir, la cantidad máxima de vapor de agua que el aire puede contener a una temperatura específica) y la presión de vapor real en el ambiente.

En otras palabras, es una medida de cuán seco o húmedo está el aire. Cuando el DPV es alto, significa que el aire está seco y puede absorber mucha agua; cuando es bajo, el aire ya contiene casi toda el agua que puede sostener, lo cual ocurre en ambientes húmedos.

Importancia del DPV para las Plantas

El DPV tiene varios efectos importantes sobre las plantas:

Transpiración: La transpiración es el proceso por el cual las plantas liberan vapor de agua a través de sus estomas, pequeños poros en las hojas.

Cuando el DPV es alto, la demanda de agua del ambiente aumenta, provocando una mayor pérdida de agua por transpiración. Esto puede generar un desequilibrio hídrico, especialmente si el sistema radicular no puede absorber agua suficiente del suelo para compensar la pérdida.

Cierre de Estomas y Reducción de la Fotosíntesis: Para evitar la deshidratación, las plantas cierran sus estomas en respuesta a un DPV alto. Aunque esta medida ayuda a conservar agua, también limita la absorción de dióxido de carbono (CO₂), lo que reduce la fotosíntesis y, por ende, el crecimiento de la planta.

Esta reducción en la fotosíntesis afecta la producción de biomasa y, en última instancia, el rendimiento de los cultivos.

En condiciones de bajo DPV, la humedad del ambiente es alta, y la transpiración de la planta disminuye. La planta conserva agua, pero un DPV demasiado bajo puede restringir la transpiración y reducir la absorción de nutrientes esenciales, afectando el crecimiento.

Cómo se calcula el DPV?

El Déficit de Presión de Vapor (DPV) se calcula como la diferencia entre la presión de vapor de saturación y la presión de vapor real en el ambiente. Aquí tienes los pasos y fórmulas para calcular el DPV:

Paso 1: Calcular la Presión de Vapor de Saturación (es)

La presión de vapor de saturación depende de la temperatura del aire y se calcula con la siguiente fórmula:

  • T es la temperatura del aire en grados Celsius (°C).

  • es la presión de vapor de saturación en kilopascales (kPa).

Paso 2: Calcular la Presión de Vapor Real (ea)

La presión de vapor real se determina a partir de la presión de vapor de saturación y la humedad relativa (HR):

  • HR es la humedad relativa del ambiente en porcentaje (%).

  • es la presión de vapor real en kilopascales (kPa).

Paso 3: Calcular el DPV

Finalmente, el DPV es la diferencia entre la presión de vapor de saturación y la presión de vapor real:

Los valores de DPV y su interpretación

DPV Bajo (<0.5 kPa):

  • Indica un ambiente muy húmedo.

  • La transpiración es mínima porque el aire está casi saturado de humedad, lo que reduce la pérdida de agua de las plantas.

  • Aunque conserva el agua de la planta, un DPV muy bajo puede limitar la transpiración, lo cual a su vez podría reducir la absorción de nutrientes y disminuir la fotosíntesis.

DPV Moderado (0.5 - 1.2 kPa):

  • Considerado un rango óptimo para muchas plantas

  • La transpiración es balanceada, permitiendo un flujo de agua suficiente para el transporte de nutrientes sin causar estrés hídrico.

  • Favorece la apertura de estomas y una tasa de fotosíntesis adecuada, lo que ayuda al crecimiento saludable de la planta.

DPV Alto (1.2 - 2.5 kPa):

  • Indica un ambiente más seco.

  • La planta transpira más rápidamente, lo que aumenta el riesgo de estrés hídrico, especialmente si el suelo no tiene suficiente agua disponible.

  • Las plantas pueden cerrar sus estomas para conservar agua, pero esto reduce la fotosíntesis y el crecimiento.

  • Si el DPV permanece alto durante períodos largos, podría afectar la producción de biomasa y la salud de la planta.

DPV Muy Alto (>2.5 kPa):

  • Representa condiciones muy secas y es potencialmente peligroso para la mayoría de las plantas.

  • Aumenta considerablemente la transpiración, generando un déficit hídrico difícil de compensar.

  • Las plantas cerrarán los estomas para evitar una pérdida excesiva de agua, lo que casi detiene la fotosíntesis.

  • Puede llevar a un estrés severo que reduce el rendimiento y, en casos extremos, puede resultar en la muerte de las plantas si la situación persiste.

Usos Prácticos del DPV en el Ámbito Agrícola

El DPV se utiliza en la agricultura para mejorar el manejo del riego, controlar el ambiente en invernaderos y proteger los cultivos del estrés hídrico. Algunos usos prácticos son:

  • Optimización del Riego: Monitorear el DPV ayuda a entender cuándo los cultivos están bajo alta demanda evaporativa. Si el DPV es alto y el suelo está seco, se puede aplicar riego para evitar el estrés hídrico y mantener la productividad.

  • Control de Condiciones en Invernaderos: En sistemas de producción bajo cubierta, el DPV es un indicador clave para el control ambiental. Al regular la humedad relativa y la temperatura en función del DPV, se pueden minimizar el cierre de estomas y optimizar la fotosíntesis.

  • Prevención de la Deshidratación de Frutos: En frutales, un DPV elevado durante la fase de desarrollo y maduración del fruto puede provocar deshidratación, afectando la calidad final del producto. Esto es especialmente importante en frutas como uvas, berries y cítricos, donde la deshidratación afecta la textura, el sabor y el valor comercial.

Durante las olas de calor, el DPV puede alcanzar niveles muy altos, aumentando el riesgo de estrés por calor en las plantas. Un monitoreo continuo del DPV permite tomar medidas preventivas, como aumentar la frecuencia de riego o implementar prácticas de sombreado con mallas para proteger las plantas.

Estas estrategias ayudan a reducir el estrés hídrico y térmico, manteniendo la salud de los cultivos en condiciones adversas.

Espero que encuentres esta información útil! y nos vemos en el siguiente.

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