Drones Pulverizadores

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En este artículo, profundizaremos en una nueva tendencia: los drones pulverizadores.

Veremos cómo logran una alta eficiencia en la aplicación de productos fitosanitarios y cómo puedes evaluar la calidad de un servicio de pulverización de un dron.

¿Qué es la pulverización?

La pulverización nace como una solución práctica frente a la necesidad de aplicar pequeñas dosis de productos fitosanitarios de forma precisa y uniforme en vastas extensiones de terreno.

Imagina la tarea de distribuir 30 gramos de un producto químico por hectárea, es decir, en una superficie de 10,000 metros cuadrados.

La solución: incrementar el volumen, y aquí es donde el agua cumple una función clave porque actúa como el vehículo o facilitador para aplicar productos fitosanitarios en las plantas.

Cuanto más dividimos el volumen en diminutas gotas, más efectiva es la aplicación en la superficie.

El tamaño de las gotas sí importa

Pero, ¿cómo es posible que un agricultor que solía aplicar 600 litros de agua con un herbicida de contacto ahora pueda lograr la misma dosis con solo 15 litros utilizando un dron? La diferencia radica en la técnica.

Aquí entran en juego dos conceptos cruciales: el mojamiento y la cobertura.

El mojamiento se refiere al agua utilizada como portadora del producto químico. Por ejemplo, 50 litros por hectárea serían una medida de mojamiento.

En contraste, la cobertura se refiere al número de gotas por centímetro cuadrado.

Podemos mantener el mismo nivel de mojamiento con 50 litros por hectárea, pero si generamos gotas de 1 milímetro, obtendremos 2 impactos por centímetro cuadrado.

Sin embargo, si dividimos esos mismos 50 litros en gotitas más pequeñas, por ejemplo, de la mitad del tamaño, alcanzaremos 7 impactos por centímetro cuadrado y, por lo tanto, una mayor cobertura.

Esta es la razón por la cual no podemos pasar por alto la diferencia entre mojamiento y cobertura.

La tecnología de los drones pulverizadores ha logrado reducir el tamaño de las gotas en comparación con los equipos tradicionales, lo que mejora la cobertura y la eficiencia del tratamiento.

Sistemas de pulverización y cantidad de agua

Existen diferentes tipos de sistemas de pulverización según la cantidad de agua utilizada:

Una pulverizadora tradicional con boquillas utiliza entre 250-600 litros de agua en árboles y entre 75-250 litros por hectárea en cultivos anuales.

En contraste, una nebulizadora o boquilla centrífuga logra la misma cobertura con una fracción de esa agua, lo que garantiza una distribución uniforme del tratamiento deseado.

Los drones emplean la tecnología de pulverización conocida como “Ultrabajo Volumen”, que utiliza menos de 50 litros por hectárea en árboles y menos de 7,5 litros por hectárea en cultivos anuales.

De esta manera, aplican la misma dosis del producto con una cantidad mucho menor de agua.

Las tecnologías de pulverización en Drones

Actualmente, existen tres tecnologías de pulverización con drones: hidráulica, hidroneumática y centrífuga.

Los sistemas hidráulicos, aún presentes en algunos drones chinos, utilizan una bomba que hace circular el líquido por un orificio muy pequeño o boquilla, rompiendo las gotas.

Sin embargo, este método genera poca uniformidad de las gotas, algunas muy pequeñas y otras grandes, lo que se traduce en una aplicación irregular.

Los sistemas de pulverización hidroneumática mejoran los sistemas hidráulicos al agregar una corriente de aire que optimiza el corte de las gotas.

Los sistemas evolucionaron hacia la pulverización con boquillas centrífugas, donde un disco gira a altas revoluciones por minuto, cortando el líquido en gotas finas y uniformes.

Esta tecnología es la preferida en los drones actuales debido a su eficacia.

Es importante destacar que algunos drones utilizan la tecnología centrífuga combinada con la electrostática, donde las gotas adquieren una carga eléctrica que las hace adherirse a las hojas, maximizando la eficacia de la aplicación.

A menudo, los agricultores subestiman la capacidad de un dron con un tanque de solo 10 litros, pero lo que realmente importa es que el sistema garantice una cobertura mínima después del tratamiento.

Coberturas mínimas por tipo de tratamiento

Para asegurar la calidad del servicio de pulverización, es esencial cuantificar la cobertura y el tamaño de las gotas.

Por ejemplo, al aplicar un insecticida, se requiere una cobertura mínima de entre 20 y 40 impactos por centímetro cuadrado.

En general, los productos de contacto no se recomienda aplicar con drones en árboles frutales.

El chorro lanzado por el dron pulverizador se deposita principalmente en las hojas superficiales, sin llegar a las interiores que es donde muchas veces se desarrollan las plagas.

Para estos casos, se han desarrollado pulverizadoras específicas para determinados frutales.

¿Cómo medir la cobertura de una aplicación?

Para verificar la cobertura, se utilizan papeles hidrosensibles.

Para hacerlo de manera más eficiente existe una solución llamada DropScope.

Se trata de un pequeño escáner que calcula estadísticas como el tamaño de las gotas, la distribución y la cobertura, generando un informe para evaluar la calidad del servicio.

En resumen, los drones pulverizadores están revolucionando la pulverización en la agricultura en los últimos años.

Hoy existen más de 1,000 drones pulverizadores operando en Chile y más de 100,000 a nivel mundial.

Hacen posible una aplicación eficiente y precisa de productos fitosanitarios, reduciendo el consumo de agua y minimizando el impacto ambiental.

Si bien hoy existen limitaciones para el uso en frutales grandes, ya se están probando algunas técnicas nuevas que permiten que el drone se posicione en cada árbol.

Esta técnica se conoce como el "modo de frutales aislados" y permitirá un mayor uso en frutales donde hoy cumplen solo una función complementaria.

Este artículo contiene figuras y conceptos que provienen del curso Agricultura Digital UC, autorizados por Yordi Norero.