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Del mapa de textura a la dosis final
Fertilización más eficiente con imágenes satelitales
La textura del suelo (proporción de arena, limo y arcilla) determina la capacidad de retención de agua y nutrientes.
En campos heterogéneos, aplicar una dosis uniforme de fertilizante puede ser ineficiente: en zonas más arenosas se pierden nutrientes por lixiviación y en zonas más arcillosas se acumulan sin aprovecharse.
Hoy, gracias a las imágenes satelitales históricas de NDVI, es posible generar una zonificación y, a partir de ella, un mapa de textura de suelo.
Con esta información, los agricultores pueden diseñar planes de fertilización variable que ajustan la dosis final según el tipo de suelo.
Cómo se construye el mapa de textura con imágenes satelitales
Identificación de variabilidad: los mejores indicadores de problemas de suelo no son sensores costosos, sino las propias plantas. Analizando un historial de imágenes multiespectrales, incluso con rotación de cultivos, se observan patrones estables de zonas que siempre rinden menos. Esa repetición revela limitaciones de suelo.
Zonificación: la parcela se agrupa en 2–5 zonas homogéneas de manejo, buscando el mejor retorno costo-beneficio.
Muestreo dirigido: se selecciona una muestra representativa por zona para análisis de laboratorio. Así, cada zona queda caracterizada con precisión.
Asignación por zonas: los resultados de laboratorio se extrapolan para generar un mapa de textura del suelo.

Historia real: un agricultor de maíz en la Región del Maule
En la temporada 2024, un agricultor del Maule trabajaba un lote de 45 hectáreas de maíz. Su práctica habitual era aplicar 150 kg de N/ha en todo el campo, sin diferenciar suelos.
Con el estudio satelital y el mapa de textura, el campo quedó dividido en tres zonas:
15 ha franco-arenosas,
20 ha francas,
10 ha franco-arcillosas.
Los cálculos de eficiencia de uso del nitrógeno mostraron que:
En suelos franco-arenosos, gran parte del nitrógeno se perdía por lixiviación. Se ajustó la dosis a 120 kg/ha en aplicaciones fraccionadas.
En suelos francos, se mantuvo la dosis en 150 kg/ha.
En suelos franco-arcillosos, se redujo la dosis a 100 kg/ha, porque la retención era mayor y el riesgo de acumulación elevado.

Resultados obtenidos:
Nitrógeno total aplicado: 5.250 kg N (vs 6.750 kg con método uniforme).
Ahorro en fertilizante: 1.500 kg N ≈ 2.250 USD.
Rendimiento final: 12,5 ton/ha promedio (vs 11,6 ton/ha el año anterior).
Producción extra: +40 ton de maíz.
Valor de mercado (194 USD/ton): +7.760 USD.
Beneficio neto total: ≈ +10.000 USD en 45 ha.

Grafico: Fertilización uniforme vs fertilización diferenciada
Testimonio del agricultor
💬 “Antes aplicaba la misma dosis en todo el campo y siempre había sectores donde las plantas no respondía igual. Con este sistema entendí que no todos los suelos son iguales. Hoy ahorro en fertilizante y produzco más maíz: la diferencia se nota en el bolsillo.”
Comparativa con otras tecnologías
Existen distintas formas de estudiar la variabilidad del suelo, pero no todas ofrecen la misma relación costo/beneficio:
Rastra de conductividad eléctrica
Permite medir diferencias en la resistencia del suelo al paso de corriente.
Requiere maquinaria especializada y solo captura un momento puntual.
No siempre distingue bien limitaciones asociadas a biología o drenaje.
Mapas de muestreo convencional
Consisten en tomar muestras de suelo en grilla (ej. cada 2 ha).
Costosos en análisis de laboratorio y no siempre representativos.
Tienden a perder precisión en parcelas grandes o muy heterogéneas.
Monitores de rendimiento en cosechadoras
Muestran diferencias de productividad dentro del campo.
Útiles como diagnóstico retrospectivo, pero llegan tarde: el problema ya ocurrió.
No identifican la causa (puede ser suelo, agua, plaga o manejo).
Más allá del nitrógeno
Aunque el ejemplo se centró en nitrógeno, por ser el nutriente más sensible a la textura, el método también sirve para:
Ajustar fósforo y potasio, que se acumulan en zonas específicas.
Incorporar materia orgánica, pH y CIC en las recomendaciones.
Optimizar el muestreo de nutrientes secundarios y micronutrientes.
Conclusión
La agricultura de precisión no es solo para grandes productores con maquinaria de última generación. Un simple mapa de textura basado en imágenes satelitales puede marcar la diferencia en rentabilidad.
En el caso del agricultor del Maule, el cambio de estrategia le significó ahorrar 2.250 USD en fertilizantes y ganar cerca de 7.760 USD extra en producción, con un beneficio neto de casi 10.000 USD en 45 ha.
👉 La variabilidad del suelo deja de ser un problema y se convierte en una ventaja competitiva, cuando se combina la mirada satelital con el conocimiento agronómico.
En ViLab estamos apoyando a productores a optimizar sus planes de fertilización.
📩 Si quieres conocer cómo aplicar este enfoque en tu campo, conversemos.
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