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Cómo obtener un mapa de suelo de un campo

3 herramientas para su estudio y análisis

Hola! 👋🏻

En el correo de esta semana analizaremos una de las actividades más importantes antes de realizar una nueva plantación o siembra: conocer el mapa de suelo del campo.

Existen varias herramientas digitales para analizar el suelo de un campo. Vamos a ver de las más sencillas y baratas a las más complejas:

  • Análisis con imágenes históricas de Google Earth

  • Mapa de conductividad electromagnética

  • Mapeo de suelo con imágenes satelitales multiespectrales

También veremos algunas aplicaciones prácticas que tienen estos mapas de suelo. ¡no te lo pierdas! 😃 

La textura de un suelo

Hablaremos bastante sobre la textura de un suelo. Por eso, si no estás familiarizado con este término en este vídeo te explicamos qué es:

Desde el punto de vista de la variabilidad del suelo, el principal parámetro que debes analizar es su textura, es decir, el contenido de arena, limo y arcilla.

La textura del suelo te indica cómo ese suelo almacena el agua y el fertilizante para ponerlo a disposición de las plantas o árboles. Y esto está muy relacionado con el potencial productivo del cultivo.

La textura te indica además en que sectores del campo deberíamos tomar muestras si quieres analizar otros parámetros físicos y químicos de ese suelo en un laboratorio.

Existen otros parámetros igualmente interesantes como el pH, la salinidad, la materia orgánica o la concentración de nutrientes, pero son parámetros que varían en el tiempo, y lo hacen influenciados por la textura y el manejo.

Por lo tanto, a la hora de caracterizar un suelo, el estudio de su textura debería ser la base de cualquier análisis, ya que es invariable en el tiempo.

Análisis con imágenes históricas de Google Earth

El método de análisis más barato y sencillo es acudir a Google Earth. Este software te entrega imágenes satelitales gratuitas de los últimos 25 años de cualquier campo.

Si quieres analizar la variabilidad presente en el suelo de tu campo, lo primero que debes hacer es buscar en las imágenes históricas de Google Earth, una imagen donde aparezca el suelo sin vegetación (suelo desnudo).

Las fechas más adecuadas son las primeras semanas después de haber realizado una siembra o plantación, donde la influencia de la vegetación es mínima.

Si todavía no estás familiarizado con Google Earth, acá te dejamos un enlace con nuestro tutorial » Tutorial Google Earth

Imagen de Google Earth con suelo desnudo de un lote cercano a San Carlos, región de Ñuble.

El segundo paso es analizar la variabilidad en el color del suelo. Los colores más oscuros corresponden en general a zonas con texturas más estructuradas, con mayor contenido de arcillas y limos. Los colores más claros son suelos con texturas más arenosas, donde la capacidad de retener el agua y el fertilizante disminuye.

El área delimitada en color rojo muestra colores más oscuros, que sería un suelo más arcilloso, con mayor capacidad de retener agua y fertilizante.

La posibilidad de visualizar esta información en terreno, a través de la versión móvil de Google Earth, te puede ser de gran ayuda a la hora de ubicar y marcar esta variabilidad. Si estás en terreno puedes confirmar la textura del suelo por medio del tacto usando las características diferenciadoras de las tres fracciones que componen estos elementos: la arena es rugosa, el limo es suave y la arcilla muestra plasticidad cuando se humedece.

Determinación de textura con el tacto

Aquí te dejo un video de la Universidad Politécnica de Valencia donde se muestra como se determina la textura al tacto:

Mapa de conductividad electromagnética

Uno de los métodos más eficaces para estudiar la textura del suelo es el mapeo mediante sensores de electromagnetismo inducido. Estos sensores inducen una corriente electromagnética que atraviesa el suelo y en función de la resistencia al paso de la corriente se genera un mapa de conductividad eléctrica aparente. Los valores bajos corresponden a un suelo más arenoso, los intermedios a suelos francos y los valores altos a suelos arcillosos.

Los sensores se transportan en vehículos y se deben desplazar por todo el terreno

Pero, esta tecnología es bastante compleja y costosa. Los valores de conductividad son relativos, y varían en función de la temperatura y humedad del suelo, por lo que éstos se debe complementar con el análisis de muestras enviadas a laboratorios.

Si quisiéramos acceder a ella para optimizar varios cultivos ubicados en diferentes zonas del país sería posible pero a costos extremadamente altos.

Mapeo de suelo con imágenes satelitales multiespectrales

Existe una alternativa mucho más económica y sencilla a los sensores de conductividad eléctrica. Se trata del mapeo del suelo a través de imágenes satelitales de Sentinel 2A, que obtiene una información similar a la generada por los sensores de corriente electromagnética.

La siguiente imagen muestra una comparación entre un mapeo realizado con sensores de corriente electromagnética y el mismo realizado por el satélite gratuito Sentinel 2A. El resultado es muy similar.

Este índice generado con imágenes Sentinel 2A se conoce como Clay Ratio Index. Mide la proporción de arcilla al combinar 2 bandas del infrarrojo de onda corta (SWIR), que es el rango del espectro electromagnético donde los minerales hidratados como las arcillas absorben la radiación solar. Está disponible en algunas plataformas que utilizan información de satélites para ayudar a la gestión de los ingenieros agrónomos y asesores agrícolas.

Ejemplo de un mapeo de suelo usando una plataforma satelital. Imagen cedida por la empresa ViLab (www.vilab.cl)

Usos de los mapas de suelo

Existen varias aplicaciones prácticas de los mapas de suelo. Es información clave para diseñar un sistema de riego, aplicar la siembra y el fertilizante, o para determinar el grado de adecuación de determinadas especies o variedades.

Diseño de sectores de riego

Con la caracterización del suelo puedes hacer un diseño más adecuado de los sectores de riego. Por ejemplo, agrupando los turnos de riego de manera más eficiente. Las zonas con suelos más arenosos pueden tener turnos cortos de riego y con mayor frecuencia. Por el contrario, los suelos arcillosos tienen mayor capacidad de retener el agua. Ahí puedes tener turnos con mayor volumen y un distanciamiento más grande entre cada riego. Así ahorrarás agua y mejorarás la calidad del cultivo.

Fertilización variable

El mapa de suelo también te permite conocer cuáles son las zonas con mayor potencial productivo de tu cultivo y tener información compatible con la maquinaria para variar la dosis del fertilizante. Así puedes aplicar la cantidad de fertilizante recomendada en las zonas donde el suelo es capaz de retenerlo. En zonas más arenosas, si aplicas la misma concentración de fertilizante, estarás desperdiciando el producto.

Sensores de humedad

Por último, si vas a utilizar sensores o sondas de humedad para mejorar la gestión del riego, el mapa de suelo te identificará las zonas más representativas para la instalación de estas sondas terrestres.

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